Preboda de Ángel y Elena
"Singing in the Rain" en Asturias
La preboda de Ángel y Elena en Asturias
A veces es muy complicado compaginar horarios para las sesiones fotográficas y esto es lo que ocurrió en la preboda de Ángel y Elena. Los descansos en común en las jornadas de trabajo de esta pareja nos dejaban un margen muy limitado para celebrar su preboda. El otoño es una época espectacular para celebrar sesiones de preboda o postboda, pero si te despistas... ¡Pueden pasar estas cosas! Menos mal que ni esta pareja ni la fotógrafa le tienen miedo a un poco de agua...
Cuando Ángel y Elena me dijeron que solo podían celebrar su sesión de preboda en el día del mes que más chuzos de punta iban a caer (daban un montón de agua en el pronóstico del tiempo), me dije: "esta luz a mi en el fondo me gusta", "seguro que encontramos un claro a lo largo del día"...
Hotel Palacio de la Magdalena
Así comenzamos la sesión de preboda de Ángel y Elena en el hotel donde iban a celebrar su boda, el Hotel Palacio de la Magdalena de Soto del Barco. Pensamos en la opción de refugiarnos en su interior en caso de que fuera necesario. Este Hotel tiene unos salones espectaculares perfectos para celebrar una sesión fotográfica de preboda, además también tiene jardines y espacios exteriores con encanto propio soto barquense.
Hubo suerte y aprovechamos su esplendor exterior, la verdad que teníamos una luz tamizada espectacular. Al estar todo mojado, el suelo, la hierba y los árboles hacían predominar un tono oscuro que ayudaba a destacar más a la pareja, brillando ellos con su luz propia.
Ya nos habíamos conocido y visto en dos ocasiones anteriores. Una vez para la entrevista previa donde concretamos datos de la boda, cobertura y opciones que yo podía ofrecerles. En la segunda ocasión para la firma del contrato, tan necesario en este tipo de eventos para ambas partes. Pero no fue hasta la sesión de preboda donde pude ver la magia real que ambos crean estando juntos.
Preboda con cambio de localización
Este tipo de sesiones me gusta mucho organizarlas en varias localizaciones, preferiblemente cercanas entre sí para no perder mucho tiempo en el trayecto en coche.
Así decidimos cambiar el concejo de Soto del Barco por nuestro vecino Muros del Nalón, y nos aventuramos en visitar su mirador y una de sus playas, todo siempre con la amenaza de diluvio bien presente.
Por momentos los claros se hacían más visibles y dejaban pasar más luz. Esta es la luz más espectacular en mi opinión, sonrío con solo mirar por el visor al ver los colores que se crean.
En otros momentos caía lluvia fina. Entonces nos reíamos los tres, la amenaza de lluvia tocaba a la puerta en cada momento y nos hacía una gracia tremenda.
Al final este día estaba predestinado a darnos una tregua solo para nosotros y para nuestro disfrute y felicidad, así nos desplazamos hasta la playa de Aguilar entre sonrisas. Ya teníamos ganas de probar el agua, a ver qué temperatura podía tener en otoño un día como hoy.
La capa de invisibilidad, mi mejor aliada
Lo bueno de las sesiones de preboda es que nos dan el tiempo suficiente para soltarnos. Suelen tener unas dos horas de duración en varias localizaciones con lo cual al final perdéis miedos y termináis disfrutando del momento.
Lo mejor que puede terminar ocurriendo es que os olvidéis de que yo estoy ahí. Me encanta mi capa de invisibilidad, cuando logro ponérmela soy inmensamente feliz y me pierdo entre encuadres, exposiciones y miles de clics buscando ese momento justo en el que consigues sacar el instante perfecto.
Sesión de preboda natural
Tengo que sincerarme con algo, es muy fácil retratar amor cuando ese existe con total sinceridad. Y entre Elena y Ángel hay una conexión que traspasa pantallas, a la vista del resultado está. Solo se trata de pasar un rato distendido y en confianza, sin forzar posados que no nos apetezcan.
Después de la sesión creo que todo el mundo termina contento, yo vuelvo a casa con una sonrisa y buen material donde trabajar. Vosotros, al menos sé a ciencia cierta que en esta ocasión así fue, os vais con la certeza de que habéis acertado en la elección de la fotógrafa de vuestra boda. Es muy importante sentirse bien con la persona que contratas para fotografiarte, casi tanto como saber que el resultado final te va a gustar.
El día de la boda ya no nos presentamos de nuevos. Ya hemos compartido previamente alguna aventura y sobre todo echado unas risas juntos. De esta manera la relación fotógrafo-pareja fluye de una manera más natural desde el primer momento.
Y tú ¿Te casas próximamente?, ¿Estás buscando fotógrafo para tu boda?, ¿te gustaría una sesión de preboda como esta?
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